El químico y farmacéutico alemán Albert Niemann en 1860, sintetiza en el laboratorio por primera vez la cocaína a partir de hojas de coca. El 30 de abril de 1884 el médico neurólogo austriaco de origen hebreo Sigmund Freud -padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX-, a los 27 años usa la cocaína con fines terapéuticos; y en mayo de 1884, prescribe cocaína a su colega y amigo Ernst von Fleischl-Marxow para tratar su severa adicción a la morfina, falleciendo en octubre de 1981 después de una inyección subcutánea de esta sustancia que le provocó una sobredosis, pues también se hizo adicto al “polvo blanco”. Por cierto, Sigmund Freud era consumidor habitual de coca y en sus cartas a sus amigos y colegas, recomendaba su uso y se vanagloriaba de que también lo consumía su esposa como estimulante recreativo.
La cocaína, es una potente droga psicotropa ilegal procedente del tratamiento de la hoja de coca, un arbusto originario de los Andes de Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile, Perú y zonas de Argentina. A nivel comercial, la producción de cocaína se concentra en Colombia, donde se aglutina más del 60% del cultivo mundial. Le siguen Perú (26%) y Bolivia (13%). Desde Latinoamérica, esta droga se dirige hacia mercados de alto poder adquisitivo como Estados Unidos, Europa, el golfo Pérsico y la región de Asia-Pacífico. Es en esta etapa de la distribución en la que intervienen con mayor intensidad las organizaciones criminales más potentes, como los carteles, llegando sus redes al ámbito político y económico. Su lucrativa actividad y la violencia que despliegan en sus actividades, tales como la corrupción, debilitan todavía más al Estado, dejando zonas del país a merced de su voluntad.
No hay que olvidar que la cocaína es un poderoso estimulante que hace que los mensajes entre el cerebro y el cuerpo se muevan más rápidamente. Como resultado, se está más alerta y más activo físicamente.
La DEA (Drug Enforcement Administration ~Administracion de Control de Drogas) es la agencia federal USA encargada de luchar contra el tráfico ilegal, el consumo y distribución de drogas en el país y a nivel internacional, así como el lavado de activos. Si bien el consumo de cocaína se concentra en los países desarrollados. En Estados Unidos, la mayor parte de la cocaína proviene de Colombia. Sin embargo, las rutas de la cocaína hacia Europa, cada vez más, los traficantes optan por no utilizar Colombia como punto de partida, prefiriendo en su lugar trasladar sus productos primero a Centroamérica y después emprender la ruta hacia el Viejo Continente. En su llegada a Europa, destaca la diversificación en los centros de distribución de la cocaína. Los puertos de Amberes, Róterdam y Hamburgo , han superado a los puntos clásicos de entrada de esta droga a Europa occidental , situados anteriormente en España y Portugal.
Tomás Arencibia Mireles




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